El Transtorno por deficit de atención e hiperacti vidad (TDAH), es una patología de alta prevalencia dentro del desarrollo neurológico del niño caracterizado porque el paciente presenta una atención lábil y dispersa, impulsividad e inquietud motriz exagerada para su edad.
Uno de los grandes problemas con relación al TDAH ha sido asociar las deficiencias nutricionales como causa del TDAH y perder la perspectiva de que estas deficiencias son, fundamentalmente, factores asociados y no etiológicos. Entre estos factores asociados se encuentran principalmente la mala nutrición, como principal factor disfuncional, debido a la carencia de determinadas sustancias y minerales (hierro, zinc, yodo, magnesio, vitaminas, ácidos grasos beneficiosos) esenciales para el buen funcionamiento del organismo.
Crecimiento y Alimentación
La alimentación y los hábitos tienen una influencia sobre el crecimiento y el desarrollo. En el caso de los pacientes con TDAH sus estilos alimenticios no son correctos y a menudo disfuncionales: inapetencia, fobias alimenticias, alteraciones de las horas de las comudas, alimentación nocturna, rechazo a cierto tipo de alimentos, preferencia únicamente por alimentos atrcativos. etc.
Estas disfunciones, son causadas en parte por los fármacos para el tratamiento del TDAH, que se traducen en patrones de desnutrición, problemas de crecimiento, rendimiento físico y mental, alteraciones del sueño y fatiga. Hernández Ramos, por otra parte, defiende la teoria que la corrección alimentaria y el aporte de nutrientes esenciales, cuya actividad se conoce con bastante precisión, pueden ser no sólo una buena alternativa a los fármacos, sino el tratamiento base para los afectados de TDAH.
¿Afecta la medicación para el TDAH AL CRECIMIENTO?
Entre los principales efectos secundarios de los tratamientos para el TDAH tanto con metilfenidato (Rubifén, Concerta, Retalin) como con atomoxetina (Stratera) se encuentra la supresión del apetito, los cuales se creen que pueden tener un efecto sobre el peso y estatura de un niño.
Goodman, (Universidad Johns Hopkins) aseguró que el problema de si estos medicamentos contribuyen o no a la supresión del crecimiento se ha discutido por 35 años. ¿Es realmente el efecto del medicamento el que afecta al crecimiento, o es la falta de apetito, las carencias nutricionales y la desorganización de los hábitos alimenticios los que inciden sobre el preso y la talla?
Por otro lado también se puede encontrar el otro extremo, en un estudio realizado en USA sobre obesidad infantil y TDAH, los niños con este transtorno tienen un 50% más de probabilidades de ser obesos. Esto se explica por que son implulsivos, no mastican y la sobreprotección de los pradres. Además necesita un ambiente ordenado, organizado con horarios y rutinas fijas para comer, dormir, hacer los deberes, etc. Hay que enseñar con el ejemplo, los padre deben ser el modelos de sus hijos.
Sueño
Además de la hiperactividad, los niños padecen frecuentes altweraciones del sueño. Los padres que informan de los trastornos del sueño de los niños, también informan de una mayor ingesta de hidratos de carbono, grasas y muy especialmente azúcar, que también induce significativamente sudar por la noche. Existe una relación entre la dieta y el sueño de los niños con hiperactivdad.
La ingesta de carbohidratos facilita la entrada del triptófano al cerebro. Este aminoácido es precursor de la hormona serotonina que inhibe la depresión y produce un sueño reparador. Inconscientemente, los padres y el niño facilitan la ingestión de carbohidratos para inducir un sueño más reparador.
Caries
Los niños con déficit de atención e hiperactividad tienen a tene un mayor número de pérdida de dientes y caries que los niños normales, probablemente debido a una mala hiniene bucal y el consumo elevado de alimentos azucarados. Para corregir esta situación es primordial establecer buenos hábitos de hígiene bucal, visitas periodicas al odontopediatra para establecer medidas preventivas eficientes y diseñadas de manera de manera personalizada, control de la cieta. La ayuda de profesionales capacitados para atenderlos es fundamental, ya que muchas veces son catalogados como «niños problemas» po «malcriados». Es necesario informar al odontopediatra del diagnóstico, medicaments y problemas específicos para que juntos se encuentre la mejor forma de ayudar al niño o adolescente.
Escrito por Dra Claudia Girón
Publicación en Revista Sonrie